lunes, 10 de noviembre de 2014

Diario de alguien [3]


El pozo. 



Era mi deber moral salir de mi habitación y subir al auto con mis padres y dirigirme a casa de Vale.
Sin embargo, me quedé ahí, encerrada en mi cuarto, con la mirada perdida.

No fui a su velorio, ni a su entierro, ni a sus rezos. No me aparecí para nada.

Lo supe esta mañana, el tercer infarto la mató. Ya no lo soportó. Yo lo sabía, pero no me preparé para esto. Ni le dije adiós. ¿Cómo decirle adiós? La última vez que la vi estaba mirando hacia la nada, con los ojos saltones y enrojecidos, una enorme sutura que abarcaba de su comisura al pómulo. Cortó su boca y la atravesó hasta perforar la piel de su rostro, ella misma con una navaja. No podía hablar, la venda la cubría, entendía su ausencia de diálogo, pero supe que no estábamos en el mismo canal, cuando vi su mirada vacía que no parecía percibirme, sus oídos que no parecían escucharme. El aparato metálico en su cabeza, callaba las voces que su mente regían. Atornillada a su cráneo, de sus sienes escurrían gotas de sangre. Muchas mangueras y agujas se desprendían de su cuerpo. Mi boca temblaba por el esfuerzo de no liberar el nudo de mi garganta. En mi mente susurré un agradecimiento para ella y todo lo que vivió conmigo. Acaricié su mano amoratada que desprendía aquel brazo cubierto de vendas, quise mirarla a los ojos y no pude. Salí de la habitación y en el pasillo su madre lloraba. No soporté mucho y de mis ojos humedecidos salieron unas cuantas lágrimas, mientras su mamá caminó conmigo, abrazándome con un brazo, diciéndome que todo saldría bien y que Vale pronto estaría sana. Sabía en el fondo que mentía, pero, ¿para qué contradecirle?

Quizá me sentía demasiado culpable como para pararme en su velorio y ver como todos lloraban alrededor de su ataúd, escena que probablemente yo pude haber evitado si hubiese hablado antes.
Si tan solo no hubiera hecho que le hicieran daño, quizá ella no se hubiera dejado caer tan rápido.
Quizá si hubiera intentado salvarla de su infierno en vez de consentir sus actos y ser su tapadera...
Tal vez debí haber buscado ayuda de los demás para ayudarla, muy tarde entendí que no podría yo sola.

Esa mañana que me enteré de su muerte, solo esperé sentada en la orilla de mi cama, hasta oír la cochera cerrarse y sentirme sola. No había llorado desde que oí la noticia. No había casi si quiera hablado. No sé si era la incredulidad o mis sentimientos encontrados.
Cuando me sentí sola, mi garganta lanzó un grito de furia y lancé todo objeto a mi alcance, volaron perfumes, peines y todo lo del tocador. Me dejé caer de nuevo en la cama, frote mi cara con ambas manos ansiosas, y luego me recosté y lloré hundiendo mi rostro en la almohada.

Entonces me lamenté muchas veces de no ser yo quien estuviera descansando bajo la tapa de un féretro. Yo contribuí a su destrucción, yo hice que se drogara, yo hice que sufriera el abuso, yo hice que se rompiera su corazón, y sin embargo, aquí estaba, respirando, respirando como si quisiera respirar. ¿Por qué había muerto la persona noble, tierna y buena, para salvar a una basurita como yo? ¿Por qué la vida se lleva a las personas que valen la pena pero deja que las basuras sigan caminando por ahí? Por salvarme de traumas y estragos que yo misma debí haber pasado, ahora ella estaba muerta. Me enseñó que esta vida conduce a ese sitio, a la muerte. Y más vale que lo haga rápido y pronto, porque no quiero escapar del camino a la muerte, es más, yo misma pienso trazarlo.
Yo me encargaré de desintegrarme como sucedió con Valentina. Quiero pronto que se me caiga hasta el último cabello, que mis uñas se rompan y que mi cuerpo pese. Que mi piel se pegue al hueso y que pierda el poco color que le queda, quiero que mi estómago se pudra de desuso. Que los ácidos desgarren mi garganta y muera desangrada. Podría matarme ahora mismo, pero soportaré y sufriré lo que merezco. Basura de mierda.

Y todo fue sucediendo al pasar de los días. Mis lágrimas mojaban el papel donde escribía lo que no quería decir a nadie. Luego ya no tenía fuerza para sostener el lápiz o levantar la cabeza, mis ojos se cerraban y mi cabeza daba vueltas hasta oscurecer por completo mi vista. Me costaba el simple hecho de levantar un brazo, ni hablemos de levantarme, mis piernas pesaban y mis articulaciones dolían, parecían estar endurecidas. Mi cabeza reventaba de dolor, mi estómago dolía, cada rugido de mis intestinos resonaba causando un dolor ruidoso y extraño. Mi cuerpo estaba muy frío, tan frío por fuera, y caliente por dentro.

Me miro a menudo al espejo con una mezcla de burla, repudio y desconocimiento a mi persona...
Quizá no puedo creer haberme convertido en esto, en una loca, infeliz, fantasma, con el alma disipada. Que solo desea y quiere morir, ¡YA! Supongo que esta media sonrisa es porque me burlo o me da gusto estar así, desnutrida y acabada, sin fuerzas para levantarme, con las venas marcadas, la cara escurrida, las mejillas sumidas, los ojos saltones y la quijada salida. Eso probablemente me indica que estoy cada vez más cerca del cero. Cada vez más cerca de desvanecer en la nada. De dejar de sentir y de que mis pensamientos se apaguen. Solo quiero que se apaguen, no quiero ser nada.

Mi papá ha quitado la puerta de mi habitación y de todas formas me resisto a salir. Traen comida y quieren obligarme, siempre me negué hasta que me arrastraron al auto para llevarme a la clínica. Saqué el exacto de la bolsa y amenacé con quitarme la vida si me sacaban de mi maldito cuarto. La comida se pudre debajo de mi cama, en bolsas de plástico. Mis labios están secos, me duele el pecho.
Me desmayo al menos una vez al día. No recibo a nadie, ni amigos, ni a Daniel, quien me busca diario y me manda regalitos. Lo culpo de buena parte de la desgracia de Valentina. Ya no voy a la escuela, no puedo estar ni si quiera de pie, y hasta sentarme me duele, los huesos de mis nalgas rozan incómodamente cuando me siento en la madera. Me siento cerca del final, pero tengo miedo de que mis padres interfieran.

Hoy es mi cumpleaños, cumplo 15 años.  Mi fiesta de cumpleaños indudablemente estaba suspendida, no podía hacer más que estar acostada. Mi familia se reunió alrededor de mi cama. Mi mamá me hizo un pastel de chocolate, el cual no pude ni probar, mi boca estaba destrozada por heridas en la lengua, mejillas, encías y paladar, yo misma me las hice para que el dolor me impidiera comer. Mi pequeño hermano de 8 años me entrega un perrito de peluche, sus ojos me miran fijamente, cristalinos, conteniendo el llanto, mientras fingía sonreír. Hago sufrir a un niño que amo tanto, con toda mi alma, lo hago sufrir porque soy una mierda. Mi padre me abraza, su rostro cambió su semblante y se ve extraño. Al sostenerme en sus brazos, hundió su cara en mi hombro y comenzó a llorar como nunca creí escuchar llorar a mi padre, el hombre de la mirada más dura. Mi corazón terminó de romperse . ¿Cómo era capaz de causarles ese dolor? ¿Por mi maldita vida? ¿Por qué sufren por algo que no valoro? No sé qué decirles, mis labios no se despegan. Mi mamá me da la noticia de que tendré otro hermano. Mi cara se iluminó. Quiero conocerlo. No pienso en nada más que en eso durante esos minutos. Luego que pongo los pies en la tierra, me doy cuenta de que quizá pueda sobrellevar mis días, con ese dolor implacable que siento en el pecho, como si una bestia aplastara mi corazón con fuerza. Como si una nube gris se apoderara de momento de mi cerebro que intentaba sanar.

Dicen que si no nos amamos a nosotros mismos, no podemos amar. Pero yo seguía viva, por amor a los demás.









4 comentarios:

  1. Ari, esta no es la primera vez que leo tu historia. Ya la leí hace años y la verdad es que tal vez te resulte ridículo, pero creo que te tengo cariño. Aunque ni sepas de mi existencia, ni te haya visto en la vida real y vivas en otro continente. Me preocupas y cada vez que te leo lo único que quisiera es buscar un modo de acompañarte entre tus demonios hasta que decidas dejar de sumirte en ese agujero que hace tiempo decidiste cavar. La mayoría de la gente te leerá como la enferma que eres o por puro morbo, cual animal observado entre las rejas de un zoo. Yo también empecé así, como una "wannabe" que buscaba "thinspiración", aunque todo eso son mamadas, ya lo sabes bien. Pero después de años siguiéndote por internet, ostias que si te cogí cariño.

    No sé, pero no te vayas, por favor.

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  2. Olivia no sabes cuanto cariño y admiración te tengo, como quisiera ayudarte de ese mal que te hace tanto daño y te destruye cada vez más, no solo eres hermosa fisícamente si no como persona tu manera de escribir lo demuestra.
    Qué puedo hacer yo para ayudarte? No quiero que te vayas o enfermes peor de lo que ya estás, no quiero verte mal, eres una persona con un gran talento y belleza por eso no mereces sufrir tanto, intenta estar bien no solo por tu familia si no también por todos aquellos que te queremos.

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  3. En definitiva ¡TE AMO! Me haces llorar. Hace menos de un mes comencé a leerte y a seguir en twitter y leí todo cuanto puede de vos ese mismo día, que manera de envolverme en cada historia. Sos el vivo ejemplo de valentia y fuerza. te admiro Oli; por tanto que has pasado y aquí estas. Nunca dejes de escribir y ser como sos porque aunque a muchos no les guste, miles te amamos por ser como sos.

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  4. Estimada Olivia, estas tan chavita y con tanto por delante, que no son esas 4 paredes, lo positivo es que tienes determinación, y esta claro que la disciplina lleva al éxito, no solo el talento, si no es aprovechado, no se vale, es que te sumas en una depresión progresiva, eres muy bonita, eres alguien ocurrente, irreverente, llena de arte, no por algo tienes tantos seguidores en twitter, porque eres un líder nato, un ser profundo, y esa melancolía y ese humor, llaman la atención, la vida misma es una comedia, no una tragedia, uno escoge su destino, y todas esas situaciones duras que nos toca presenciar, son parte de un proceso para formarnos un carácter, tú tienes todo para triunfar y lo sabes, date cuenta que hay tanta gente que realmente no tiene nada, ni un techo que les cobije, es dificil pero debes dejar de torturarte, de menospreciarte, y juzgarte, lo que pasó con tu amiga, es una llamada de atención, no te pasó a tí y no lo busques, el sufrimiento solo es una elección, no es la vida misma, Dios no te trajo a sufrir, te creo con una finalidad, y en uno está el poder encontrar los motivos suficientes para crecer y encontrarse a sí mismo, qué tal que lo tuyo es redactar libros y como no queriendo influyes y mejoras un poco el mundo, de verdad Oli, comienza a amarte, es justo y necesario, ten respeto a ese templo que es tu cuerpo, todo empieza por uno, nada vas a lograr con más y más deterioro, es como una cárcel. Ese bebe que llega, es una grandísima motivación para poder llenar tu casa de esa alegría que están buscando todos, Dios nos tiene reservado un plan a cada uno, pero el libre albedrío y el errar es de humanos, quizás uno diga, pues es mi vida, hago lo que quiera, si quiero acabo con ella, pero este es un gran error, porque la vida no es de uno, solo es prestada, y sabes? todos alguna vez tenemos ese dilema si vale la pena vivir o no, y alguien me hizo ver la cruda realidad, diciéndome: si ok te mueres, te vas, y tu familia te llore, te hace un funeral, pero pues eso es un rato y ya pasa, todo mundo va a seguir con su vida, más gente va a nacer, el sol sigue saliendo, el mundo sigue girando, así que no creas que todos se van a torturar por lo que hagas, simplemente van a rezar por la salvación de tu alma, problamemente en el más allá nos estaríamos lamentando por aquello que no se hizo a tiempo y por querer salir por la puerta falsa, lo peor es que seguramente uno empezaría desde cero y sin revalidación, en fin, ya hice este comentario larguísimo, si decidí dedicarte mi tiempo a estas líneas, es con la esperanza que un día por fin reacciones, y dejes de luchar contra algo que no son más que propios fantasmas, si, cada quien sus demonios, pero si solo los ve uno, entonces no pueden estar todos mal y uno bien, todo por cerrarse en uno mismo, sal de esa habitación a que te de el aire, no sé, planea un viaje, se vale disfrutar de los placeres por descubrir, de gozar, de reír, de sonar, y hacer realidad tantas cosas que valen la pena, y deja por fin esa pesada culpa y resentimiento a tí, necesitas liberarte, dejar fluir tu alma, tu arte, y todo tu ser, no lo quieras reprimir más dentro de ese pecho ya muy dolido, ahora es cuándo, por último recuerda que (metáfora): “el Diablo siempre quiere quitarte lo que Dios te dió” y no puede ganar Olivia, eres mucho para permitirlo, vales muchísimo, por lo que tú eres, no por lo que hagas, o no hagas, mucho animo, estás a tiempo! tu misma determinación te ayudará a salir adelante porque mereces gozar, y no sufrir.

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