sábado, 26 de septiembre de 2015

Emma (2)

Capítulo 2.


Carol. 



En una semana se casa la tía Soco. Ni si quiera tengo idea de con quien, pues a mí no me dejan nunca salir del ático. Este ha sido mi hogar desde que tengo memoria, solo vienen a dejarme de comer por una ventanilla debajo de la puerta y al menos me pusieron un baño, y a pesar de mi vida totalmente miserable, llena de soledad, no sé ni si quiera que añorar porque no conozco más que las cuatro paredes de esta habitación. La tía Soco, cuando me escucha llorar demasiado fuerte, sube y me golpea, me ha tirado cuatro dientes, y me recalca solemnemente que soy afortunada de que me haya permitido vivir, ya que si no fuera por ella, nadie me hubiese sacado... ¿adelante?

Yo sé que en el fondo, tiene razón. ¿Para qué salir a la calle si las pocas veces que lo he hecho no consigo más que las miradas morbosas de las personas? No solo tengo la cara deforme de nacimiento, solo tengo dos agujeros como nariz, mis ojos chuecos y toda mi cara parece que se escurren hacia abajo uniéndose con mi cuello, debido a que carezco de mentón. No me crece cabello y mi voz es gangosa, tal vez no es tanto problema porque no hablo absolutamente con nadie. Conozco mi reflejo porque tengo una cuchara y la uso de espejo, en mi habitación solo hay un catre y creo que mi vida no es vida, la tía Soco me tiene en peores condiciones que un animal, a veces quisiera desaparecer o me pregunto por qué tuve que nacer así, ¿qué clase de castigo es este? Como quisiera saber leer, poder salir, platicar con las personas o mirar el mar, o ya ni si quiera sé lo que quiero, pues mi vida y mis condiciones son una total porquería, mi cara es una porquería, ¿quién querría tener a un engendro como familiar? A veces entiendo a la tía Soco, ella quería tanto a mi madre que se ''hizo cargo de mí'' pero ella no se cansa de repetirme que se moriría de vergüenza si sus amistades me vieran y no quiere causarle lástima a nadie. Aunque no sé, si teniendo todo lo indispensable, (que es lo que más anhelo porque de lujos ni hablamos) yo pudiera ser feliz, pues con esta cara, como dice la tía Soco, lo único que la gente puede sentir por mí, es lástima. En mi habitación hay una luz tenue y yo me entretengo haciendo figuras de migajón, masa o plastilina, generalmente rostros, rostros bellos basados en las revistas viejas que he sacado de unas cajas que se encontraban aquí, tratando de moldear la cara que yo daría mi vida por tener al menos un día. Siempre que los acabo, no sé si es la emoción o la nostalgia, termino llorando un buen rato y a veces hasta quedarme dormida. soñando con tener cosas que para mí son como mitos, la diversión, el amor o el estudio... la música...cosas que hace cualquier persona libre. La compañía ha sido nula desde que tengo uso de razón, ya que mi único contacto humano ha sido el que tengo con Lauro, mi primo, unos 10 años mayor que yo, que desde que yo tenía 5 años viene al menos una vez a la semana a violarme, que ya hasta me ha comprado una máscara para usarla mientras hace sus vilezas continuamente, tanto que ya ni si quiera siento dolor, ni asco, no siento nada, más que miseria, hundo la cara en la almohada mientras el hace lo suyo y últimamente le ha dado por golpearme más fuerte de lo que ya lo hacía, y me hace hacer cosas asquerosas como comer su excremento o me orina encima, repitiéndome una y otra vez los más terribles insultos que se le ocurren y golpeándome aún con más fuerza para que cumpla sus bajos deseos y mi llanto cese. Soco se enteró desde hace años lo que pasaba y solo dijo que de algo debía de servir yo en esta casa, agregando que preocuparse por mis sentimientos sería aún más inútil que preocuparse por lo que siente un animal ponzoñoso. Ni si quiera me había enterado de que Soco estaba comprometida, pues yo jamás bajo a la casa, pero cierto día, una mañana, me ha impresionado ella, quien entró a la habitación a hablarme siendo que lo más que hace es aventarme la comida por la ventanilla de la puerta.
-¡Levántate orco! Mateo viene a comer y el muy loco insiste en quererte conocer. Ya parece que no puede ir al maldito circo. Así que te bañas y te despejas un momento, no quiero que aparte de deforme te encuentre sucia. Si de por si me vas a causar la peor de mas vergüenzas...

No pude ocultar mi alegría cuando al fin bajé a la sala. La luz del sol, la cual hacía mucho que no veía, iluminaba hermosamente la habitación y los muebles me parecían bellísimos. Soco me dio algunas prendas usadas que a mí me parecieron los mejores vestidos del mundo. Al fin pude bañarme como se baña la gente normal y el agua se teñía de negro al rozar mi cuerpo, el jabón, producto que no usaba hace mucho, se sentía suave y su perfume me parecía una maravilla, pues yo estaba acostumbrada a oler deshechos y comida podrida. Cuando me vestí, me perfumé y peiné los pocos mechones de cabello que tengo, a pesar de mi grotesca fealdad, me sentía una princesa. La hora de la comida ha llegado y yo espero en el sillón viendo televisión con Lauro. El timbre sonó y la puerta se abrió para dar paso a Mateo, un hombre bastante bien parecido, diría yo, lucía igual a aquellos hombres atractivos que aparecían en las revistas. Era alto, canoso y con una mirada cálida, saludó a todos y al llegar junto a mí, me estrechó la mano y me saludó con un beso en la mejilla. Nadie nunca me había besado. Seguido de esto, sonrío amablemente y me dijo:

-Es un placer conocerte, pequeña.
Yo sonreí, cosa que no solía hacer, y noté como la tía Soco me empezaba a tratar con amabilidad simplemente para quedar bien con Mateo, quien se enfocó en mí durante la comida, preguntándome mis gustos y mis estudios, dándose cuenta de que en realidad no conozco nada y no sé de qué hablar. He comido alimentos frescos, no agrios y podridos como los que suelen llevarme; esta vez era un jugoso filete, verduras frescas y puré de papa. Lo más delicioso que comía desde hace muchísimo tiempo. Hoy, fue el mejor día de mi vida. Alguien me tomó en cuenta y además hice todo lo que las personas normales hacen. Y no solo eso, si no que recibí la noticia más gloriosa que jamás escuché:
-Socorro, esta niña no tiene tantos problemas como los que tú me decías, ¿acaso no te das cuenta? Ella es lista y creo que podría estudiar y llevar una vida de lo más normal, creo que has estado exagerando, a mí me parece una chica excelente. 
-¡Oh, Mateo! No dudo que lo sea, y precisamente por eso no quiero ponerla en contacto con las demás personas. La quiero tanto que no me gustaría que le hicieran daño con sus crueldades...-Dijo la tía Soco, hipócritamente.
-Tiene que vivir y disfrutar. Necesita también que le arreglen su labio. ¿Como es posible que la hayas descuidado tanto? Vamos a sacarla adelante, Socorro, haremos que sea feliz. Vendrá a casa a vivir con nosotros y recibirá el mismo trato que tu lauro y que Emma y Robi. Estoy segura de que ellos también van a apoyarla, son muy buenos muchachos.
-Me parece excelente, cariño. - Concluyó mi tía, sin poder disimular su contrariedad. 
Todo esto, parecía un sueño. ¿Era verdad? Deseaba con todas mis fuerzas que todo saliera bien. Ese día no pude dormir de tanto soñar despierta y fantasear con mi nueva vida. Me siento el ser más afortunado en el mundo. 


Emma.

Hace una semana que papá se casó y no sé si soportaré la situación o en cualquier momento agarro mis cosas y me largo de esta casa. Socorro, jamás me ha caído bien, es una mujer frívola y siento que está con mi padre más que nada por su dinero. Es metiche y antipática, quiere venir a decirle a mi padre como educarnos, se queja de que no hacemos nada en casa mientras el inútil gordo de su hijo Lauro no hace más que holgazanear a pesar de tener 25 años, no tiene trabajo ni tampoco estudia, me desnuda con la mirada y aprovecha cualquier momento para acercarse a mí. Lo detesto y me incomoda. Y, tal vez parezca una mala persona por pensar de esta manera, pero tampoco me encuentro muy contenta con la presencia perturbadora de Carol. Muy aparte de que me incomoda de sobre manera ver su cara merodeando por la casa y su aspecto monstruoso, es demasiado encimosa conmigo y busca desesperadamente que le preste atención y que hagamos cosas juntas...y yo la soporto unos minutos, pero contemplar demasiado tiempo su rostro se me hace demasiado desagradable, aparte, se comporta como si jamás hubiese tenido lo más básico, como una cama, un baño, comida o ropa... parece una loca, no sabe leer, no conoce de nada, es como hablar con una niña de 4 años. Me mira con una admiración ridícula, me huele el cabello e insiste con abrazarme. Y ni hablar de su interés por Robi, ¡No lo deja en paz tampoco! Y lo mira con ojos de borrego a medio morir. Y el, tan noble como siempre, es quien más la aguanta e incluso la está enseñando a leer. Me molesta, porque ya ni si quiera puedo pasar suficiente tiempo con mi hermano porque la criatura siempre está ahí, en medio de los dos. Tal vez soy una desconsiderada por pensar así de la pobre chica, pero la verdad es que me estorba. Es como tener una mascota en casa, y una bastante fea. Trato de cruzarme con ella lo menos posible y cuando escucho su voz gangosa y molesta, si nadie me está mirando, pongo los ojos en blanco. Pensé que no se notaba mi desprecio, pero Robi si de ha dado cuenta. Me ha dicho que disimulara y que pronto le cogería cariño... que era una buena persona, a pesar de su fealdad y su aparente retraso. Yo le he dicho que será un infierno vivir con ella y tener que cargar con una enferma por el resto de nuestras vidas, siendo que ni si quiera es nuestra hermana y ahora la gente la mirará como tal y seremos los pobres chicos que tienen a la pobre hermana deforme. Robi solo se quedaba callado y movía la cabeza negativamente, no queriendo admitir que en realidad esa chica había llegado a arruinar un poco nuestras vidas...pero bueno, eso solo es hablando de Carol, pero, ¿qué hay del imbécil de Lauro y de la veleidosa de Socorro? También tendríamos que aguantarla. Cierto día, la ilusa llego a mi habitación a querer platicar conmigo sugiriéndome que si quería, podía llamarle ''mamá'' ¡Dios mío! Mi madre estaría revolcándose en su tumba si supiera que la ando reemplazando por semejante pedazo de escoria, la verdad. Si que estropeó nuestras vidas mi padre casándose con esa mujer... mi vida era perfecta antes comparada con la serie de problemas que ahora representa. Menos mal que ahora que nos dejaron instalados, se irán de luna de miel y al menos estaré unos cuantos días sin verle la cara a esa bruja. Podrá hacerse la mustia con mi papá, pero a mí no me engaña, es mala, agria y seca, tanto que en sus ojos puedo percibir que la bestia ni si quiera tiene sentimientos y no conoce el amor aparte del que siente por el gordo de Lauro, a quien apoya incondicionalmente sin darse cuenta de que está criando un total parásito con cara de pervertido. Me da miedo hasta dormir sin seguro porque ese depravado puede estar acechándome. Robi también lo ha notado. Vaya infierno que se nos ha creado desde que la mentada familia Castro llegó a invadir la tranquilidad de mi hogar.  

Carol.

Nunca creí que mi horrible vida se convertiría en este paraíso. Mi oscuro cuarto sin ventanas se ha convertido en una hermosa y amplia habitación alfombrada pintada de azul, mi color preferido. Mi cama ya no es más un colchón duro, viejo y maloliente, hoy es como si durmiera en una nube, suave y cálido, con almohadas de plumas y frazadas tersas. Tengo hasta televisión, perfumes y ropa. Es un sueño hecho realidad, tengo miedo de que alguien me despierte. Todos los días me alimento como las personas, delicioso y en buenas condiciones, y no solo es lo material; me tratan como nadie jamás me había tratado, incluso la hipócrita tía Soco no le queda de otra más que ser amable conmigo, y aunque sé que actúa, al menos ya no hay más maltratos, Lauro no me ha vuelto a hacer daño, Mateo es una persona amable y simpática y sus hijos, los gemelos Emma y Robi son igual muy buenas personas. Emma parece una princesa, su carita es similar a la de una muñeca, blanca como la porcelana y sus ojos tienen un color verde penetrante y brillante, al igual que los de Robi, enmarcados por largas pestañas. Emma es la mujer más bella que he visto en vivo y Robi es guapísimo, nunca pensé que alguien tan bello y agradable iba a comportarse bueno conmigo...a veces Emma es un poco seria conmigo, pero yo estaría encantada de que me viera como su hermana. Siempre huele rico y siempre está leyendo, y sé que pronto lo haré porque el lindo Robi me enseña todos los días a leer y aprendo rápido, ya que el próximo año haré mi examen de la primaria y planeo convertirme en una profesionista. Pronto me harán cirugía para cubrir mi labio leporino y hoy recibo todas las atenciones que jamás creí, ¡he comprado ropa en tiendas! Y ahora tengo arcilla y pintura para seguir haciendo mis figuras. Al fin Dios se ha acordado de mí. 


viernes, 4 de septiembre de 2015

''Emma''

Capítulo 1. 


Carol.

Era una noche fría, el viento calaba los huesos a pesar de estar bien abrigados. La familia se daba abrazo tras abrazo, ¿qué importaba si eran hipócritas o no? Lo importante es que era un día para disfrutar. Las velas le daban un toque armonioso a la elegante y enorme mesa adornada con muchas copas de cristal, variedad de botellas finas y muchas bandejas con los platillos navideños más deliciosos. Ya era casi hora de la cena y el brindis estaba por empezar, sin embargo, Ana no podía ocultar su expresión de molestia y empezó a quejarse. 

-¡Ya va a nacer! ¡Necesito ir al hospital!

La familia, alarmada y emocionada empezó a revolotear para ponerse de acuerdo en quién sería la persona que llevaría a la joven Ana al hospital, ya que lamentablemente su marido había fallecido meses atrás... La tía Sonia y el tío Pablo, presurosos la ayudaron a subir al auto y se fueron apurados a la clínica mientras oían los quejidos y jadeos de Ana. 

El parto comenzó y sumida en el gran esfuerzo y el terrible dolor que Ana sentía, no pudo reparar en la cara de preocupación y horror de los médicos cuando sostuvieron en brazos a la pequeña, a quien sacaron rápidamente sin ni si quiera mostrársela a la madre. Ana recuperó un poco de fuerzas y pidió ver a la niña, pero los médicos y las enfermeras no hacían más que decirle que esperara.
-¿Salió todo bien?
-Espere, señora. La niña está siendo analizada y le daremos el diagnóstico... además es importante saber si su bebé tenía alguna emergencia médica. 
-¿Es normal esto? ¿Diagnóstico? ¿Acaso mi bebé tiene algún problema?
-No quiero adelantarme a los hechos, así que tranquila. Solo puedo decirle que al parecer es un caso de labio leporino...

Ana no lo podía creer y comenzó a llorar y a preguntarse mil veces por qué esto le sucedía a ella. ¿Por qué? Primero muere Rodrigo y lo único que tenía de el,  ha nacido mal, ni si quiera sabía si la criatura sobreviviría. No entendía por qué la vida parecía ensañarse con ella que parecía que se había deshecho un poco tras la muerte de su amado. 

Unas horas después, la niña fue entregada a sus brazos y aquél momento que debió haber estado lleno de gozo, ternura y emoción, se convirtió en lo que parecía ser un mal sueño, la peor pesadilla... La forma de su cara le pareció espeluznante; parecía estar escurrida hacia abajo, tanto, que incluso los ojos azules de la niña estaban evidentemente caídos y bizcos, sus orejitas solo eran dos orificios rodeados de extraños bultos deformes de carne, y su pobre labio superior, partido, formando un agujero enorme que le llegaba hasta su nariz que también tenía una forma grande y bastante extraña. ''Esto no me puede estar pasando'', pensó la mujer, que no sabía si abrazar fuerte a la pequeña o hacerla a un lado para dejar de ver su imagen que le causaba tanto dolor, desesperación y desesperanza, lo único que tenía de Rodrigo, ella, que esperaba poder volver a ver sus facciones marcadas en el rostro de su primogénita y paradójicamente no era más que una desgracia, y su vida, que estaba cuarteada ya, en ese momento se rompió a pedazos... El doctor definió aquella pesadilla como ''Síndrome de Treacher Collins'' y afortunadamente la niña podía oír y podía ver, aunque no se sabía con exactitud en qué estado estaban aquellos sentidos, solo se sabía que por suerte contaba con ellos. Y, otra ventaja más es que al menos la pequeña estaba exenta de algún retraso mental. 

Y así fue como aquella navidad de 1993 fue, lejos de ser la esperada ceremonia de amor y paz complementada con la felicidad de la llegada de un bebé, se convirtió en una sombría, triste y desgarradora fecha en la que todos, incrédulos, veían con dolor el rostro deformado de la niña, mientras su madre, desde ese mismo día, se metió a su habitación y no quiso salir, la familia la entendió y se quedó al cuidado de la niña, sin saber que al otro día Ana amanecería en el baño, sentada en el inodoro, con las muñecas cortadas con una simple hojita de rastrillo y rodeada de un espeso y brillante charco de sangre. 

¿Qué pasará ahora con la pequeña Carol?


*Esta historia es parte de la novela que estoy escribiendo, de la cuál apenas llevo unas 100 páginas. Trata sobre una chica peculiar llamada Emma, quien tiene un mundo de posibilidades debido a sus grandes talentos, pero con el obstáculo de que está literalmente loca. Tiene un gemelo y una enemiga que puede llegar a ser mortífera a pesar de su estado que incluso puede despertar compasión, esta enemiga es nada menos que Carol, una muchacha con un síndrome que le ha deformado la cara de por vida y quien además es gangosa y logra relacionarse por completo con la familia de Emma. Historias de muerte, sangre, dolor, sexo y locura forman parte de mi trabajo. Espero que lo lean y me cuenten que les parece. Olivia. *