viernes, 4 de septiembre de 2015

''Emma''

Capítulo 1. 


Carol.

Era una noche fría, el viento calaba los huesos a pesar de estar bien abrigados. La familia se daba abrazo tras abrazo, ¿qué importaba si eran hipócritas o no? Lo importante es que era un día para disfrutar. Las velas le daban un toque armonioso a la elegante y enorme mesa adornada con muchas copas de cristal, variedad de botellas finas y muchas bandejas con los platillos navideños más deliciosos. Ya era casi hora de la cena y el brindis estaba por empezar, sin embargo, Ana no podía ocultar su expresión de molestia y empezó a quejarse. 

-¡Ya va a nacer! ¡Necesito ir al hospital!

La familia, alarmada y emocionada empezó a revolotear para ponerse de acuerdo en quién sería la persona que llevaría a la joven Ana al hospital, ya que lamentablemente su marido había fallecido meses atrás... La tía Sonia y el tío Pablo, presurosos la ayudaron a subir al auto y se fueron apurados a la clínica mientras oían los quejidos y jadeos de Ana. 

El parto comenzó y sumida en el gran esfuerzo y el terrible dolor que Ana sentía, no pudo reparar en la cara de preocupación y horror de los médicos cuando sostuvieron en brazos a la pequeña, a quien sacaron rápidamente sin ni si quiera mostrársela a la madre. Ana recuperó un poco de fuerzas y pidió ver a la niña, pero los médicos y las enfermeras no hacían más que decirle que esperara.
-¿Salió todo bien?
-Espere, señora. La niña está siendo analizada y le daremos el diagnóstico... además es importante saber si su bebé tenía alguna emergencia médica. 
-¿Es normal esto? ¿Diagnóstico? ¿Acaso mi bebé tiene algún problema?
-No quiero adelantarme a los hechos, así que tranquila. Solo puedo decirle que al parecer es un caso de labio leporino...

Ana no lo podía creer y comenzó a llorar y a preguntarse mil veces por qué esto le sucedía a ella. ¿Por qué? Primero muere Rodrigo y lo único que tenía de el,  ha nacido mal, ni si quiera sabía si la criatura sobreviviría. No entendía por qué la vida parecía ensañarse con ella que parecía que se había deshecho un poco tras la muerte de su amado. 

Unas horas después, la niña fue entregada a sus brazos y aquél momento que debió haber estado lleno de gozo, ternura y emoción, se convirtió en lo que parecía ser un mal sueño, la peor pesadilla... La forma de su cara le pareció espeluznante; parecía estar escurrida hacia abajo, tanto, que incluso los ojos azules de la niña estaban evidentemente caídos y bizcos, sus orejitas solo eran dos orificios rodeados de extraños bultos deformes de carne, y su pobre labio superior, partido, formando un agujero enorme que le llegaba hasta su nariz que también tenía una forma grande y bastante extraña. ''Esto no me puede estar pasando'', pensó la mujer, que no sabía si abrazar fuerte a la pequeña o hacerla a un lado para dejar de ver su imagen que le causaba tanto dolor, desesperación y desesperanza, lo único que tenía de Rodrigo, ella, que esperaba poder volver a ver sus facciones marcadas en el rostro de su primogénita y paradójicamente no era más que una desgracia, y su vida, que estaba cuarteada ya, en ese momento se rompió a pedazos... El doctor definió aquella pesadilla como ''Síndrome de Treacher Collins'' y afortunadamente la niña podía oír y podía ver, aunque no se sabía con exactitud en qué estado estaban aquellos sentidos, solo se sabía que por suerte contaba con ellos. Y, otra ventaja más es que al menos la pequeña estaba exenta de algún retraso mental. 

Y así fue como aquella navidad de 1993 fue, lejos de ser la esperada ceremonia de amor y paz complementada con la felicidad de la llegada de un bebé, se convirtió en una sombría, triste y desgarradora fecha en la que todos, incrédulos, veían con dolor el rostro deformado de la niña, mientras su madre, desde ese mismo día, se metió a su habitación y no quiso salir, la familia la entendió y se quedó al cuidado de la niña, sin saber que al otro día Ana amanecería en el baño, sentada en el inodoro, con las muñecas cortadas con una simple hojita de rastrillo y rodeada de un espeso y brillante charco de sangre. 

¿Qué pasará ahora con la pequeña Carol?


*Esta historia es parte de la novela que estoy escribiendo, de la cuál apenas llevo unas 100 páginas. Trata sobre una chica peculiar llamada Emma, quien tiene un mundo de posibilidades debido a sus grandes talentos, pero con el obstáculo de que está literalmente loca. Tiene un gemelo y una enemiga que puede llegar a ser mortífera a pesar de su estado que incluso puede despertar compasión, esta enemiga es nada menos que Carol, una muchacha con un síndrome que le ha deformado la cara de por vida y quien además es gangosa y logra relacionarse por completo con la familia de Emma. Historias de muerte, sangre, dolor, sexo y locura forman parte de mi trabajo. Espero que lo lean y me cuenten que les parece. Olivia. *

8 comentarios:

  1. Me atrapó bastante el principio. Me encantaría leer más, saludos Olivia

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  2. Me encanta como utilizas las palabras y bueno, no he leído más pero parece que tienes un vocabulario interesante que no deja al lector aburrirse. Por lo demás, no soy escritora ni nadie para dar criticas, pero diría que la palabra "presurosos" está más de lo necesario, no sé, solo es mi opinión. Gracias por compartirlo.

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  3. Espero con ansias el siguiente capítulo y admito que el uso de "presurosos" fue excesivo; en lo demás, excelente.

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  4. Me encantaria que subieras los capitulos que tienes! Acá una lectora más

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  5. Me gusta que le das vida a cada uno de tus personajes, no dejes de escribir :)

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  6. La historia es interesante, pero cuida los signos de puntuación. Dejas párrafos larguísimos sin un solo punto.

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  7. Olivia, Arantxa, quien seas, me encanta cómo escribes y en serio admiro tu creatividad y tu manera de ser. Espero que sigas subiendo capítulos!! ♥

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  8. Me gustaría darte mi opinión literaria y hacerle un par de modificaciones. Si te interesa -cuidado, brindándote todo mi apoyo y queriendo ayudarte- puedes mandarme un e-mail con gusto. De por sí me gustó bastante la idea.

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