lunes, 16 de diciembre de 2013

Sólo un número.

Tú eres un número en este mundo que no representa nada. Eres una cifra y un sólo espacio. Hoy estás aqui, mañana te vas, pasado te extrañan y en unos dias más serás, si tienes suerte un recuerdo.

No sé qué haces aquí. ¿Quién te quiere, quién te necesita? Si ni tu misma te soportas, no sé qué te hace creer que a los demás si les importas. Carga. Están aquí porque te quieren pero en realidad si te vas les harías un favor
¿Tienes idea de como te ves durante una crisis? Sola en tu habitación, en posición fetal, lloriqueando y lastimandote. Si tan sólo alguien pudiera verte. Te ves tan patética. ¿No lo crees? ¿Crees que hay alguien en este mundo que merezca aguantar tanta locura? Mira tu cuerpo. No solamente odias su forma. ¿Ya viste las cicatrices? ¿qué te pasa? Das miedo y estarás marcada como una loca depresiva por mucho tiempo. Tus muñecas lo dicen todo. Tus ojos también. Me odio y no me soporto. Quisiera disculparme por haberles hecho pasar la pena de conocerme. Luego entiendo que en realidad quisiera pedirme perdón a mi misma por haberme hecho mierda y no haber guardado del todo el secreto. Te he contado algo y no necesito palabras ni abrazos. Necesito que lo olvides y no interfieras. Lo siento, lo siento mucho y alejate si quieres, que después encuentro tu reemplazo. Ojalá ser yo fuera lo que piensas que soy, y si no me gusta mi vida y a los demás no les gusta tampoco mi manera de vivirla, no sé que hago viva. Supongo que vivo porque por el momento, no tengo nada mejor que hacer.

domingo, 15 de diciembre de 2013

El niño creció, el sueño acabó.

Aaaaaay, Olivia. Qué bonita te veías cuando eras niña. Con esas coletitas que te hizo tu mamá y sonriendo enseñando tus dientitos de leche. En ese cerebrito que estaba lleno de cosas pequeñas, dulces y simples, ahora es increíble que se haya llenado de tanta basura. ¿Puedes creer que sean esas mismas manitas las que ahora metes en tu boca para provocarte el vómito? Es tan increíble pensar que son esos mismos ojos llenos de brillo, los que ahora se ven tan apagados y nostálgicos. ¿Quién iba a creer en la clase de persona que te ibas a convertir en unos cuántos años? Ese cuerpecito tan pequeñito iba a ser ahora el que tanto detestas. Jajajá. Ni si quiera tu imaginabas lo mucho que ibas a desear volver a ser pequeña, sonreías y jugabas tanto sin imaginar lo mucho que ibas a sufrir. Tus padres te querían tanto y planeaban tantas cosas para ti sin saber que todo eso sería  un fracaso, porque te convertiste en una desubicada que no se quiere ni a sí misma. ¿En qué momento dejaste de tener ilusiones? Querías hacer tantas cosas cuando crecieras, y ahora que eres mayor sólo buscas algo que querer.
Antes que no conocías el mundo sólo vivías de lo que te contaban y aconsejaban. Poco a poco fuiste conociendo más mierda. Al principio pasaban cosas feas. Y luego más y más, hasta que descubriste que el mundo de hecho, está lleno de cosas feas. Tú eres una cosa fea. El demonio estaba detrás de toda esa inocencia, y se fue manifestando día, tras día, tras día, hasta adueñarse de todo. La verdad es que no reconozco a la niña que fui, porque no parezco yo, la veo tan ajena a mi vida y tan feliz, que parece una desconocida y me dan ganas de pedirle perdón por haber hecho su vida pedacitos.


Y miro mis fotos de pequeña y me he puesto a pensar, ''wow. No estarías sonriendo si supieras lo que te espera''.

Trastorno.

¿Por qué me río cuando me lastimo? ¿por qué me río cuando veo la báscula bajar, cuando acabo de vomitar mi pastel de cumpleaños, por ejemplo? Me da risa mi propia desgracia. ¡Si!
¿Es porque me burlo de ser tan patética? O tal vez porque me da gusto pensar que con esto estoy dándole su merecido a las personas que me quieren, o es porque siento el control de poder elegir como y con qué estoy acabando conmigo...

No lo sé... pero no puedo creerlo. A veces no puedo creer como puede importarme tan poco mi vida, como puede ser tan normal descargar mi odio conmigo. Tengo tanto odio, odio a todo, pero no puedo controlarlo todo. Pero a mí si. Quisiera herirlos, pero no puedo, así que me hiero mientras imagino que son sus pieles las que estoy cortando y es su sangre la que mancha mis dedos.

Tanto deseo que sea una etapa, deseo que esto no sea parte de mí, deseo que sea algo pasajero, como lo dicen todos, deseo que de verdad fuera una tontería y que se acabe. Deseo que llegue algo que me haga cambiar. Pero ahora me siento perdida, hundida y vacía. No sé como llenar todo este espacio que hay en mí, quiero calmar mi ansiedad, quiero desquitar mi furia y quiero salir corriendo de mí misma. No es culpa de nadie en realidad, el mundo es como es para quién lo mire. Y yo miro pura mierda, porque de hecho eso soy o de eso estoy llena. Todo está enfocado a lo negativo porque, lo negativo es lo que más se siente. El dolor es el que se olvida más despacio que la felicidad. El sufrimiento está aquí por más tiempo y la felicidad se esfuma tan rápido, a veces es evaporada por el dolor, a veces el dolor arrasa y generaliza.

Debería agradecer a mi inestabilidad emocional seguir viva. O culparla, porque no me gusta estar viva. Puedo calmar lágrimas por risas por un momento. Si no estoy muerta y si respiro, es por algo. Si aún no soy capaz de irme al suicidio seguro y me limito a llenar mi cuerpo de porquerías sólo para ver que sucede. Porque no estoy para allá ni para acá, ni tan mal, ni tan bien. Estoy en un intermedio que convertí en indiferencia. No hay nada más aquí, vivo al día y vivo a lo estúpido, dispuesta a cualquier cosa que me dé satisfacción aunque traiga malas consecuencias, incapaz de visualizar un futuro e incapaz de alcanzar una meta. Estoy tan inestable que puedo avanzar hacia una meta y regresarme de repente.

Lo peor es ver como todo lo demás sigue su curso, como todo parece tan fácil, verlos a todos animarse por cualquier cosa, comer como si nada, preocuparse al grado normal. Mientras uno está aquí, amaneciendo feliz y terminando el día con ganas de aventarse por la ventana, pensando en que estás haciendo algo malo cada vez que masticas un alimento, preocupándose y explotando de ansiedad por cualquier problema, es como ahogarse mientras los demás pueden respirar, y no sólo eso, los demás pueden respirar y te presionan para que tú también puedas sin notar que tienes los pulmones tapados.

Todos los ojos de las personas miran todo con claridad y esperanza, y yo quiero verlo y sólo veo humo y oscuro. Pueden pensar que soy estúpida por ahogarme en un vaso de agua. Y hasta yo lo creo. Y lo sé, y estoy consciente, y lo hago, pero ahora soy indiferente a mi destrucción y estoy despreocupada de mi propio destino. Me he dado cuenta que es lo que me pone mal, lo que me pone triste, es sentir que les importo mucho más de lo que me importo a mí misma, estoy desesperada de no encontrar una salida, o más bien, de no poder llevarla a cabo. Tengo problemas y ataques de ansiedad porque quisiera averigüar de una vez por qué es que mi corazón sigue latiendo.




.