lunes, 30 de septiembre de 2013

Explicándome.

Casi todo lo que hago no sé si lo quiero hacer, soy una persona muy compleja, o más bien enferma, tengo desórdenes de personalidad y no se quién soy. Mis sentimientos cambian a cada hora, mis pensamientos igual, es desesperante...es muy complicado. Incluso me cuesta trabajo publicar todo esto aquí, porque me puede leer cualquiera y me expongo. Pero bueno. También, por alguna razón me gusta tener esa lígera habilidad de describir mis sentimientos para hacer que muchos de ustedes se sientan identificados. Debe ser lindo leer sus pensamientos en letras de otra persona, así como para mí es interesante ver que hay gente que se siente parecido a mi, y es padre leer comentarios En fin, como les decía, aunque no lo crean es difícil para mi publicar todo esto, por eso me encanta que comenten, porque me agrada provocar algún sentimiento. Y me gusta escribir y lo seguiré haciendo, tengo muchos escritos viejos y actuales. Me armo de valor para publicar mucho de ellos, aunque hay muchos que jamás mostraré.

Memorias 2.0



¿Se puede ser tan fuerte y tan asquerosamente débil a la vez? Ese tipo de persona a la que le puedes decir todos los insultos más horribles a la cara y le van a dar igual, pero a su vez vive triste. Puede soportar a todos, pero no puede soportarse a sí misma. 

Recuerdo que antes era sensible. Mi padre siempre fue exigente e igual de malhumorado que yo. A veces hacía las cosas mal y el llegaba de mal humor, y exageraba mi error, gritándome e insultándome. Nunca me golpeó ni usó malas palabras, el nunca ha dicho groserías graves. Se limitaba a decirme lo inútil que era y a comprarme siempre. Al principio, me dolía mucho, y no podía aguantar las lágrimas. 
Mi padre no ha cambiado, pero yo si. En algún libro leí que no tienes por qué asumir las critícas de los demás si te aferras a lo que eres, y me funcionó. Mi papá podía decirme ''tarada'' veinte veces, y me lo fui tomando con calma hasta que dominé el golpe que me causaban, y se me hicieron indiferentes y me volví inmune a ellos.
Si tan sólo hubiese hecho lo mismo, cuando el me decía gorda...no hubiera caído en esto. Tal vez.
Mi padre era, y sigue siendo de cierto modo, la única persona que ha podido hacerme sentir realmente mal a base de palabras y gestos. Si pude dominar a mi papá, pude dominar a todos. Me han insultado tantas veces, pero yo soy tan ególatra y soberbia que me importa un pepino y hasta me causa gracia. Sin embargo, yo, puedo lograr frustrarme más que todas las personas juntas.
Soy dura, fría, como una piedra. Me burlaré de ti antes de que te burles de mí. Con convencerme a mí misma de que eres patético e inferior a mí, jamás vas a lograr hacerme sentir mal. Pero, ¿qué pasa conmigo?
puede alguien llegar a decirme ''GORDA FEA'' y me importa un carajo y lo olvido. También puedes decirme mil veces que soy bonita, y no me permito creerlo. Pero yo misma, en el espejo, mientras me visto, puedo romper en llanto. Puede ser un inicio de mis crísis. Empezar el día detestando mi maldito reflejo, empiezo a llorar de rabia por no poder huír de mi cuerpo, por no poder dormirme y no despertar hasta que cambie, o arrancarme la grasa en ese momento. No puedo hacer más que elegir la ropa que me haga ver menos mal. No me altero por eso, respira, tranquila.
A veces, de la nada lloro. Llanto injustificado, porque llueve, porque me odio, porque odio a los demás, no lo sé. Poco a poco, la tristeza se convierte en enojo. Bajo siendo una impotente con todos, grosera e intolerante, alguien me hace enojar y no sé dominarme. Al pelearme con mi madre, por ejemplo, o cuando algo me sale mal, siento una terrible furia, mezclada con una tristeza y dolor en el pecho que quisiera sacar llorando a gritos. Pero no puedo, pues estoy encerrada en mi cuarto y no puedo hacer escandalo. 
Juro que no me reconozco en ese momento. Tan enojada, destrozada, con el rostro lleno de lágrimas, que me falte el aire para respirar y se tape mi garganta por un gran nudo. 
Tan desesperada. Quisiera ir en ese momento y golpear a alguien, pero no puedo. He llegado a tomar un rastrillo y morderlo desesperadamente para obtener la navaja. Y la deslizo en mi piel presionando fuerte, largo y rápido. Una, dos, tres, cuatro veces rápidamente, sin medir profundidad ni fuerza. Al parar, miro la sangre brotar. Mis lágrimas y mi llanto descontrolado se convirtieron en una risa alocada, parezco demente, como si se me hubiese metido un demonio. Ver mi sangre me hace reír como desquiciada, y empiezo a tallarme la sangre que brota por todo el brazo o el muslo. Mis manos quedan todas rojas y el suelo cubierto con un charco. Si hay suficiente sangre, dejo la navaja. Si no, sigo, hasta que haya suficiente. Me encanta verla, fresca y brillante, hasta cuando seca, y cuando coagula en el suelo y encima de la herida. No siento dolor. Siento un placer alucinante y muy extraño, y como si el dolor del pecho desbaratara el nudo de mi garganta y saliera de unos cuantos suspiros. Ensangrentada, me acuesto en el suelo y sigo escuchando música. Es un alivio. Me siento más tranquila.





.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Bulimia.

Al principio todo era mejor. Cuando te conocí me agradaba la idea de haber encontrado un remedio que alivianara mi culpa. Una solución cuando la comida me vencía. ¿Tuviste un ataque de ansiedad? Vomita y listo. ¿Tuviste qué comer por obligación? No pasa nada, vomita. No engordas. Come, no te preocupes, hay una alternativa más.

Sin darte cuenta, la solución se vuelve problema. Lo sabrás cuando quieras parar o hacerlo menos. Sabrás que en realidad te metiste en algo grave, cuando después de comer, sientas como la comida se queda en la garganta, y sientes que si aprietas el estómago, el vómito saldría sin esfuerzo.

Sentirás lo que es la necesidad de meter tus dedos en la garganta, cuando después de comer sientas que subiste de peso, sientes la ropa más ajustada, la barriga más grande. Y la ansiedad que da de saber que lo que acabas de ingerir, va a convertirse en otro kilo más. Y conocerás ese alivio que da, vaciar tu estómago en minutos. Volver a sentirte vacía y que de repente tu estómago vuelva a gruñir. Porque a ti te gusta que gruña, porque el hambre te hace sentir que haces algo bien.

Después, ya que la comida es tan prohibida, conocerás los atracones. Tanta hambre y frustración almacenada, no hacen buena pareja. Bajarás a la cocina y acabarás con lo que se cruce, a mordidas grandes, casi no vas a masticar. El hambre es insaciable, dejarás de comer porque te cansaste, porque te acabaste todo. Luego, vas a liberarte al baño. Me he sentido tan vacía y triste, que comer me aliviana. Comer calma mi furia, o para mis lágrimas. Y vomitar, es como vomitar los problemas. Me gusta vomitar. Y sonrió con ironía al recordar a aquella niña de seis años, que cuando se enfermaba del estómago o de la garganta, vomitaba sus alimentos sin querer y sentía que se ahogaba y que le dolía, y pensaba "que asco, ya quiero que pare", ahora que ya es mayor, vomita por su voluntad Y LO DISFRUTA. Le gusta volver a sentir el sabor de la comida, le encanta que salga por plastas grandes, no le da asco sentir su vómito entre los dedos, y es capaz de hacerlo varias veces al día.

¿Cuándo consideras parar? Cuándo veo que saco sangre. Cuando me lleno de úlceras y siento ese horrible ardor y agruras. Cuando me duele la garganta y no puedo ni hablar. Cuando tomó una maldita taza de café y me dan ganas de vomitar. Cuando alguien se da cuenta y me pide que pare. Es cuando voy a intentar dejar de vomitar, y no voy a poder.  Porque simplemente, estar llena es insoportable. Porque voy a extrañar la sensación de inexplicable placer que da provocarme el vómito. Porque tengo mucho miedo de engordar.

Intentar dejarte, bulimia, consistió en alguien que intentó moderar su alimentación para no engordar. Logró comer normal unas cuantas veces. Luego la ansiedad la ha vencido y ha corrido otra vez a vomitar. Se decepcionó al mirarse al espejo y ver sus ojos enrojecidos otra vez, y se tiró al suelo del baño a llorar por lo asquerosa, cobarde y débil que es.  Se volvió a mirar detenidamente al espejo para darse cuenta de que da asco y si se alimenta, se pondrá peor. Y volvió a resignarse y ha aceptado que no puede vivir sin ti, bulimia.

Es mi problema.

Para todas tus afirmaciones tengo una contradicción, para tus acusaciones tengo justificación
Pero me he acostumbrado a  seguirte la corriente, porque hay tanto que podría decirte, pero no lo haré, porque no sé si lo entiendas. Todos los sermones son tan iguales, porque toda la gente es taaaaaan igual. Tan doble moral, tan eufemista, tan inocente. Es increíble su forma de  auto-lavarse el cerebro...

"Olivia. No tienes por qué vomitar. Eres bonita así, quien te quiera debe quererte sobre todas las cosas".

El problema no es lo que tú ves. El problema es lo que yo percibo. Mi objetivo es que me guste lo que miro en el espejo, no lo que tú opines, la belleza es subjetiva. Para ti puedo ser hermosa y para alguien más, no. Pero finalmente la que debe de gustarle mi físico, es a mi. Yo soy quien vive dentro de este cuerpo, quien lo ve todos los días, quien lo siente. Y no me gusta lo que siento, y no puedo huir. Tengo que toparme con todos esos espejos. No estoy esperando que alguien me quiera, no me preocupa. Hasta el más feo encuentra pareja, pero, ¿se trata de que alguien me elija? Yo quiero tener la seguridad de elegir a mi pareja. El único amor que añoro, es el propio. 

"La gente que tiene trastornos alimenticios, es superficial y hueca. Sólo piensa en el físico e ignora los sentimientos y la inteligencia, que es lo importante. Es capaz de destruirse con tal de verse bien".

No confundas a aquella persona que vomita y no come para llamar la atención o porque tiene pereza de hacer ejercicio. Las personas realmente enfermas, tenemos un problema serio. Las personas con T.A son suficientemente inteligentes para saber que, por desgracia, en el mundo en el que vivimos, el físico importa mucho. Es realismo. Además, ser gorda y/o feo no te hace inteligente y buena persona. No tiene nada que ver. El interior es muy importante, pero el exterior es tu portada. ¿Para qué conformarme con un bonito interior, si también puedo ser exteriormente buena.? Necesito una mejor versión de mí.

La anorexia y la bulimia no se cura cuando eres delgado. No se cura aunque todos te digan que te ves delgada. Porque nunca sabes cuando es suficiente. Nunca sabes cual es el punto perfecto. No es cuestión de la sociedad, el problema es que acabé con mi amor propio y no së como recuperarlo.






lunes, 23 de septiembre de 2013

Trouble.

Que tenga sentido del humor no significa que sea alegre.
Que sonría no significa que esté feliz.
Que no llore no significa que no esté mal. 
Que me crea superior no significa que no me sienta poca cosa.
No tengo ganas de vivir sólo por estar viviendo.
No me amo pero amo a otros.
Cada que me maltrato siento que maltrato más a los demás.
Que me burle de mi realidad no significa que no la sufra,
¿Qué más dá? 
Si siempre me estoy quejando de todas formas.
Si sé en lo que estoy metida y no quiero salir.
Mejor sonrío porque me canso de llorar.
Mejor me quedo callada porque pierdo mi tiempo y el tuyo contándote mis problemas.
No quiero estar ni sola ni con nadie.
La gente con problemas trae problemas a los demás.
No te convengo.
La ayuda me estorba porque no me deja destruirme en paz.
Y yo me acostumbré tanto a destruirme, que se volvió parte de mí.
Si no arruino mi vida, no soy yo.
Vivo destruyendo mi vida.
Quizá algún día me arrepienta, pero hoy no siento nada.

Y entre más es tu afán de sacarme, más me hundes.


Perdí la meta.

¿Qué es lo que quieres ahora? Bajaste tanto de peso. Tu cara se ha definido, tu abdomen se ve plano, la ropa te queda mejor...¿O NO? Espera, creo que no. En realidad sigues siendo igual de horrible. La báscula marca menos, el espejo muestra la misma mierda. ¿Entonces? Ya has hecho ejercicio, ya te ves mejor, pero algo te falta. Ahora ya se te cae y se te maltrata el cabello. Antes, para tí ser delgada era verte sin barriga y sin brazotes y piernotas. Ahora, ¿qué quieres? Ahora quieres pómulos, ahora quieres que se te marque cada maldito hueso de tu cuerpo. Ahora quieres tener las piernas largas y muy delgadas, que no se junten ni cruzándose. No eres suficiente, no eres bonita ni lo fuiste. Y a veces piensas que no lo serás, pero seguirás matándote de hambre porque es mejor morir intentando, porque igual lloras cuando eres gorda, e igual lloras cuando eres flaca. Eres tan bonita. Todos te lo dicen, todos lo repiten, cuando sales con tus amigas eres la que llama la atención de los hombres. Pero sola en tu habitación, mientras te observas, mientras estás a punto de dormir, vas a sentir que no eres nada. Te vas a dar asco. Estás tan acostumbrada a despreciarte que se te hace raro e increíble encontrarte atractiva. Estás tan acostumbrada a llorar que te sientes ridícula cuando eres feliz. Hay algo por dentro que se burla de ti cada vez que sientes que vales algo. Como cuando te arreglas, te maquillas, te peinas, al momento piensas que te ves bien. Luego sonrío con ironía para recordar que soy basura, y debo sentirme como tal. Eres basura hasta que hayas dado todo de ti. Hasta que tenga el cabello más cuidado que se pueda tener, la cara más afinada y lo más delgada posible. Pero no llega ese día. Y lo veo tan lejos que dudo llegar, pero sigo dejando que se me vaya la vida en eso. 





POR CIERTO, NI ME MANDEN AL PSIQUIATRA, PORQUE YA VOY. SI NO LES GUSTA EL MIERDERO BLOG, SÁLGANSE A LA VERGA. Saludos, princesitas de porcelana.







-

martes, 3 de septiembre de 2013

Memorias.

Hace ya algunos años, ya padecía trastornos alimenticios y estaba de hecho más grave que ahora. No tenía blogs ni nada por el estilo donde escribir ni contarle nada a nadie, así que me desahogaba escribiendo mis sentimientos en hojas comunes. Las conservo algunas, ya las había publicado antes en forma de historia, pero ahora no quiero contar mi historia completa. Sólo algunos fragmentos. De vez en cuando subiré alguna hoja. 



Creo que me estoy acostumbrado a pasar hambre y aguantar siempre mis ganas de comer. Ya he bajado los diez kilos que quería, de hecho ya van 12.
Puedo sentir la diferencia en mi vida, diferente escuela, diferentes compañeros, diferente cuerpo.
Todo es mejor ahora, mis padres tenían razón, soy más tomada en cuenta ahora, que soy más delgada, ya no soy insignificante. Mis compañeros me hablan más que antes, es diferente. Los chicos se aprenden mi nombre y me siento a la altura de mis amigas cuando camino a su lado. Me siento más segura...me gusta levantarme por la mañana y que me duela el estómago por el vacío..
No se me hace pesado aguantar el hambre, de hecho, temo por lo que vaya a suceder, cuando sea delgada, ¿seguiré comiendo poco? No quiero quedar como un esqueleto. Tampoco quiero comer y recuperar el peso. No quiero parecer una enferma. Sé que no esta bien no comer bien, ni si quiera creo que sea normal, no creo que muchos lo hagan, si lo dijera los alarmaría, pensarían que tengo algún problema. Yo solo quiero bajar de peso y hago esto porque es lo que descubrí que funciona. 
Pero por otro lado cada día me siento más desgraciada, odio ser yo, todo tan complicado. 
Odio ser gorda. Llevo siete  días comiendo una gallega de 42 calorías al día.  42 calorías al día...¡¿QUÉ IMPORTAN 42 CALORÍAS?! ¡¿QUÉ CLASE DE NIÑA DE TRECE AÑOS CUENTA CALORÍAS!? Mis compañeras comen más de mil tan sólo en el almuerzo. Y ellas son flacas y yo gorda. No es justo, mientras unos son flacos tan naturalmente, otros nos matamos de hambre. No saben lo que es estar condenada a ser gorda, si comes engordas, si no haces ejercicio, engordas, por todo engordas. Y ellas, nada, ellas pueden pasarse el día viendo televisión y comiendo basura y siguen siendo como yo deseo ser. Todo eso por lo que me esfuerzo tanto, otros lo tienen gratis. Es frustrante. 




lunes, 2 de septiembre de 2013

Frases.

Tenía unas frases guardadas en las notas de móvil que me gustan mucho, voy a publicar algunas, tengo muchas frases favoritas y estas son unas pocas.



"La vida es un sueño. Despertar es lo que nos mata". -Virgina Wolf.


"Lo que más admiro en las personas es la ironía. La capacidad de verse de lejos y no tomarse en serio"- Jorge Luis Borges.


"Conocerás por experiencia lo salado del pan ajeno". - Dante Aligheri.


"Quizá cuando nos encontramos deseando todo, estamos peligrosamente cerca de no desear nada" Sylvia Plath.


"Cuando se inicia una guerra, lo importante no es tener la razón, si no conseguir la victoria". -Adolf Hitler. 


"Las drogas te envejecen después de la agitación mental, letargo luego. Reacción. Toda una vida en una noche. Gradualmente, cambia el carácter"- James Joyce. 


"Nunca se va tan lejos como cuando no se sabe adónde se va" - Octavio Paz. 





Mi realismo.

La realidad es como la perfección. Diferente para cada persona, aunque a veces creo que olvidarte de la realidad es el camino para vivir más feliz.
Me lamento cada día por esta maldita manera de ser. No digo que se diferente a los demás, o rara, para nada, no puedo considerarme diferente a otra persona porque no conozco a otra persona. A duras penas me conozco yo misma. Pero si creo que miro la vida con frialdad no recomendable.
No recuerdo que se siente querer algo en esta vida, la verdad. Pareciera que quiero ser delgada y guapa, o que quiero ser exitosa. Y de querer quiero. De estar segura de que eso va a hacerme feliz, lo dudo. Además de que no creo que exista eso de ser feliz. 
Ser feliz no existe, es un estado de ánimo, no una forma de vida. La vida se encarga de recordármelo siempre ya sea en carne propia o con mi alrededor. ¿Quién me dice que más adelante tendré un buen trabajo y una hermosa familia, que en cualquier momento puede morir en un accidente y todo acabaría? De nada hubiese servido mi esfuerzo ni mi felicidad. La vida te da cosas para luego quitártelas. Se sufre más por lo que se tuvo que por lo que se quiere. 
Tengo muchas ganas de acabar con mi vida. No soy la más triste, claro que no. Mi vida no es un infierno. No soy horrible, no me muero de hambre, no tengo ninguna enfermedad terminal ni mi familia tampoco, pero no me gusta vivir. No necesito vivir miserable para deprimirme, tan sólo necesito un espejo o unos minutos analizando mi vida. Es triste pensar que mientras niños con cáncer desean con ilusión vivir en este mundo, yo deseo morirme y olvidarme de todo, pero así es, y no puedo hacer nada por ellos. La gravedad de los problemas depende de quien los padece, no de la intensidad de ellos. 
Me gusta ser yo la causante de mis propios problemas. Al menos así puedo reprochar a mi misma y reprenderme sola. Creo que ya hay mucho odio hacia mi persona que no puedo odiar a nadie más, me gusta cagarme mi propia vida porque yo decido como. Me agrada destruir mi cuerpo porque elijo como acabar con el. Porque es mío. El suicidio es la mejor muerte que encuentro.  Decides como, cuando, donde. No digo que lo haré, sólo digo que quizá, no ahora, aún me quedan cosas que hacer, la vida es divertida pero no lo suficiente para soportarme más de 30 años.



Espero que no haya mucha gente pensando igual.









.

Sitio nuevo.

He vuelto a abrir un nuevo blog porque volvieron mis ganas de compartir con ustedes algunos pensamientos. Twitter es un buen medio de expresión pero ya me sigue mucha gente, lo cual no me molesta (del todo), pero gran parte de ellos vive una vida tranquila que no estoy segura de que necesite leer mis escritos depresivos. Si estas aquí, es porque tu vida ya es suficientemente miserable como para querer leer los perturbadores pensamientos de alguien igual o peor que tú. Bajo tu propio riesgo.