jueves, 30 de julio de 2015

La carta.

Me gusta cualquier lugar donde imagino que aparecerás espontáneamente, doblando alguna esquina.
Me gusta pensarte siempre que me lo permito y que dejo de temer al dolor.
Me encantaría escuchar ese tono de voz... tan agradable, dulce, melódico, hasta seductor, interesante.
Ese tono que queda perfecto para adornar todas esas acertadas palabras, donde increíblemente tu femenina y hermosa voz son capaces de ir de la mano con tus palabras, digas lo que digas, cuando expresas tu enojo, tus razones, tu filosofía, tu dolor, tu alegría y el placer de tus bromas, y tu música, cuando cantas, amo cuando cantas.
Podría pasarme todo el día hablando de ti, pero nadie podría entender tus maravillas en su totalidad, si no te han tenido como yo te he tenido, si no te conocen como te conozco.
Muy a pesar de que lo creas o no, nunca voy a olvidarte.
He tratado de buscar ese fulgor en algunos otros ojos, intento buscar unos tan hermosos, igual o más hermosos que los tuyos, he buscado tu chispa en muchos colores de ojos, en muchos tamaños y formas, en muchos rostros, y sin importar lo que sean, sin importar la mirada que tenga enfrente y cuán hermosa sea, prefiero ver ese par, expresivos, grandes y profundos, aquellos que siempre están hundidos en el cráter delicado de tus ojeras. Ante el sol, me has cautivado mirándome a los ojos, como el color de las nueces. Prefiero mirar la viveza de ellos con sus largas pestañas alrededor, vivaces que parece incluso que están alegres, aunque me consta que por dentro no tienes más luz que una cueva, que creo yo que te recuerdan que tienen vida, más vida aún que la tristeza y la fatiga que se ven de vez en cuando, están vivos, y quién sabría mejor lo que es vivir que quien le pesa la vida, ¿no lo crees?
Me he vuelto adicto, no a tus ojos solamente, si no a tu cara, a toda tu cara, cuando te veo concentrarte en algo y busco tu perfil para poder observar tu pequeña nariz. Es la nariz más perfecta que he visto tan cerca.
Podría escribirte no una carta, si no un libro, un libro completo donde podría hablar de ti desde el prólogo, hasta el final y aún me quedarían palabras para hacerte una trilogía.
Si pudiera nombrar tus atributos, o lo que más me gusta de ti, no podría resumirlo, porque me gusta todo y todo es muy importante, estoy enamorado incluso de tus defectos,los cuales haces que te queden bien y no me explico como logras hacer que a mis ojos, parezcan virtudes.
Me gusta incluso cuando actúas como si fueras feliz, pero más me encanta hacerte sonreír y sin poder evitarlo me contagia tu alegría, es la satisfacción de poder hacerte feliz a ti, mujer sombría, versátil, quien de un momento pasa de polo a polo, a quien si le mueves algún sentimiento, podrías hacerle explotar. ¡Parece que me encanta perder la paciencia! A veces eres tan tierna. A veces en tus manos se puede sentir el amor... y de tus labios tersos, carnosos y rosas de manera deliciosa, se puede percibir la ternura que aunque no digas nada que despida algún sonido de tus cuerdas vocales, aunque no digas nada te juro que se siente. Cuando tu sonríes y bromeas me haces sentir tan pleno, tan tranquilo, como si nada malo existiera en mi vida, todo se me olvida y siento que floto.
Es tan extraño. Y de un momento a otro, parece que estoy con el ser más indiferente y cruel. Que nunca va a enamorarse como yo de ella, porque ella es el humano y yo soy el juguete, el objeto, siempre quise que me observaras usar a los demás, porque muy a pesar de ser un objeto, quería ser tu objeto digno, no parecer tan utilizado, no parecer el entretenimiento de la bella niña que tiene mis hilos entre sus dedos y me trata como títere, que actúa como si me amara para confundirme y que siempre esté allí cuando me necesite. Y yo también tengo sentimientos, siempre los tuve, incluso mucho más que tú, monstruo, pero a mi nadie me mira, en mi nadie piensa, porque no tengo tu cerebro manipulador e innovador, yo no poseo esa inteligencia tan profunda y atrayente, llena de gracia, una inteligencia que no solo es capaz de devorar libros y mover un pincel con las manos de una manera precisa y creativa, que parece increíble que los trazos se hayan hecho en tu mente desde el principio. Por eso, yo siempre y para siempre soy y seré el estúpido. La hermosa bruja de la que me enamoré, puede hacerme ver como el peor incluso cuando ella se está equivocando.
Y estoy terriblemente enamorado, y digo terrible porque eso es lo que es, es horrible, es un infierno, porque ni si quiera me libero, porque tan solo con sacar un poco de tu, no sé si real o actuado juego de amor, me tienes de nuevo ahí, sobre todo y sobre todas, no importa a cuantas mujeres tenga que esquivar para encontrarme de nuevo con tu mirada y tu estrecha cintura, que cuando abrazo me llena de amor al percibir su tamaño y la fragilidad de tu cuerpo.
Te odio.
Ya no estoy encantado con tu belleza física ni solo fascinado por los hoyuelos de tus mejillas cuando sonríes, ahora encontré a una persona tan especial que me hizo quererla y aferrarme a cada una de sus características, y luego me desanimo y me desespero al saber y darme cuenta de que nadie cumpliría al pie de la letra con todas esas cosas que yo espero de una persona. Mi mujer ideal lleva tu nombre, lleva tu cara y lleva tu mente con todo y su veneno.
Para ti todo fue tan divertido, tan pasatiempo, tu me usas de pasatiempo mientras para mi si pasa el tiempo. A mi si me dolía cada fibra que tocabas en mi y cada palabra dulce que me robabas, ¡yo las tenía guardadas para otro momento! Para otra persona que las mereciera.
Debo de estar loco como para sentir cierta fascinación por tu desequilibrio mental.
A mi incluso me gusta sentir el relieve de tus cicatrices esparcidas en tu brazo. Me gustan porque son parte de tu tersa y clara piel luminosa y con ese olor a vainilla. Las acariciaba y con eso me convencía con que realmente eras sensible, porque esas cicatrices eran de dolor que has pasado, entonces suspiraba con calma con esa idea de creer que tenías sentimientos.
No sé como pude estar tanto tiempo cegado. Yo solo fui tu entretenimiento en lo que encontrabas algo bueno, incluso me dejabas en el olvido para probar suerte con otros pobres ilusos, quienes son incluso menos ilusos que yo, yo me llevo el premio por haber perdido tanto tiempo contigo.
Y tú para mí, eras la mujer que yo pedía y solo quería que te dieras cuenta, y seguía y seguiría a tus pies en lo que espero a que lo notes. Y si morimos sin que lo aceptes o lo sientas, no me importaría con tal de morir contigo, pero eso qué importa, al parecer tu puedes olvidar y no era yo tan importante, solo quizá muy divertido, ¿verdad? Esa es mi conclusión. Fui muy entretenido.
No quiero que seas feliz esta vez. Quiero que no te guste ninguna relación, porque siempre que eso pasa, regresas conmigo y eso para mi es una nueva oportunidad. No quiero que seas feliz, pero no quiero que regreses a mis brazos con nuevas cicatrices, como siempre ha sucedido. Cuando observo nuevas cicatrices, se me estruja el corazón y mi alma llora, quisiera poder curarlas, daría lo que fuera por demostrarte lo que no hice. Pero siempre llego tarde. Perdón por las que han estado en tu lugar en el lecho en tu ausencia, lo hago para olvidar. Y cuando las miro a la cara, no hay alguna que no repudie por el simple hecho de que no son tú. Te odio. O más bien, odio que no me ames. Sigue utilizándome como todos estos años, pero úsame, no quiero ser el objeto empolvado y abandonado, aunque ya me has roto y cada vez parezco estar más desgastado. Te amo.

Ojalá no tardes mucho.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Sinceramente, no esperaba encontrarme esto en tu blog. Me has tomado por sorpresa, creí que simplemente eras la Olivia burlista e insensible pero ingeniosa del Twitter de la cuál nunca entendí por qué le gusta tanto darle en el culo a la gente, no sé, tal vez te entretiene y ya, y ese es tu asunto. Esto me dice que hay mucho más, o tal vez no, tal vez simplemente escribes bonito, pero me gusta. Creo que andaré leyéndote por acá por un tiempo, esta otra cara de Olvia me gusta, y hasta cierto punto, me hace sentir identificada. En fin, excelente blog

    ResponderEliminar