¿Por qué en mi pecho hay tanto dolor?
¿Por qué mi corazón se exprime?
¿Por qué puedo sentirlo?
Siento esa maldita sensación amarga que entra junto con una
ola de pensamiento negro, ahumado con recuerdos, con partículas volátiles del
trauma…
Me oprime, me siento triste, se me anuda la garganta, se me
tapan los poros, mis lagrimales intentan contener las gotas ácidas, me siento
triste, me siento extraña, no sé qué me pasa.
Mi cuerpo estorba, mi piel siente cosquillas molestas a
cualquier roce, mis ojos se apagan y sólo…
se encienden con la luz de las lágrimas…
mi cuerpo me intriga, a mi cuerpo lo odio, lo siento gramo a
gramo, no soy suficiente, la vida no quiso dármelo todo, ni si quiera una
parte, ¡No soy nadie!
Estoy muerta, estoy podrida, estoy desgarrada por dentro.
Mi alma se pudre, mi cuerpo se inunda, puro ácido, ácido
gástrico, ácido alucinógeno, ácido me sabe la vida y me muero.
No puedo, no puedo tomar eso, me hace muy mal, me pone muy
triste, las lágrimas resbalando por mi mejilla avanzan hasta mi barbilla,
cosquillas como caricia compasiva, las siento.
Mi corazón es aplastado por la mano invisible, mi cerebro
está siendo amasado por fantasmas indeseables, mi boca se pasma, mis dedos
avanzan.
Mi estómago se purga, pero mi alma no. ¿Cómo saco esto? Está
enterrado, esta adherido, ya se unió al gas multicolor de mi personalidad,
ahora hay negro, hay aire negro, me ahogo.
Soy triste, soy mares, soy mares sin fronteras, fronteras
que no me fijan una meta, no veo meta, no veo sueños, no veo… ¡nada!
Si dios existiera, aún así lo aborrecería. Gracias por crear
las guerras y gracias por hacer este mundo, donde todos mueren por igual, donde
nadie sabe su final, donde nadie sabe la pesadilla que les tienes preparadas.
Mi cerebro se llena de puntos blancos, como un manto de
caballete limpio, donde puedes trazar lo que sea. Los puntos blancos donde mis
manos trazan lo que mi cabeza percibe, son dolor y desesperanza, son final y
son muerte, allá me lleva mi locura, a lo blanco, donde mi perturbada mente
solo puede trazar figuras confusas, deprimentes, negras y apáticas.
¿Voy a reencarnar? ¿Qué número de vida estoy viviendo? ¿Esta
es la peor, o me esperan más?
¿O cuando muera me llevarás a tu paraíso a vivir
eternamente? Pensar eternamente, me suena a tu infierno, ¿acaso no podremos
nunca descansar en paz?
Soy presa de la catástrofe, es como un mimo moviendo mis
emociones como su títere, ella sabe lo que hace, ella fue mi personalidad
anterior, está triste por su pasado y me está castigando.
¿Sabes qué es lo peor? ¿SABES QUÉ ES LO MALDITAMENTE PEOR?
Soy una persona atractiva, inteligente, querida, capaz y fuerte.
Pero lo llevaron al mal, es como todo eso a la potencia de
lo maligno, soy un monstro destructor, para todos los que me rodean y para la
cosa asquerosa que más odio, la que más problemas me ha causado, la que me ha
hecho ahogarme, no en un vaso, si no en una gota de agua, eres tú, mente, mi
cerebro, ¿quién te contaminó tanto? Yo misma. Tú te adueñaste de lo único que
tenía.
¡MI CEREBRO!
Hasta ahora este escrito tuyo ha sido mi favorito, es sublime.
ResponderEliminar"Siento esta maldita sensación amarga que entra junto con una ola de pensamiento negro, ahumado con recuerdos, con partículas volátiles del trauma..." como un ejemplo de una parte excelente del texto, las contantes metáforas que utilizas me recuerdan a varios autores, en ciertas partes hasta a Sabines. Tienes un gran potencial realmente, no dejes de escribir.
Me gustaría hablar contigo, y compartirte algunos artistas o así que tal vez te gustarían, de cualquier manera, seguiré leyendo tu blog. Besitos.