martes, 28 de abril de 2015

Inicio.

La chica se sentó en la banquita y se sintió observada desde el principio. No dijo nada, y sacó, nerviosa, el estuchito de marihuana molida y en una pipa, comenzó a fumar. El chico no quiso fumar nada, el dijo que ya llevaba años absteniéndose y seguían sin irse sus ganas de romper sus estrictas reglas, sin embargo, se negó de nuevo.
-Me pregunto que habrá pasado tan malo como para que en serio hayas decidido dejar todas estas cosas.- Dijo la chica - No para que me lo digas, solo lo imagino.
-¿Qué tan malo? - Dijo el, un poco pensativo -Cuando todo se empieza a venir abajo y ya ni tu madre cree en ti. Cuando dejas de tener eso, es que en serio eres un parásito en la vida. Si no te ve algo bueno ni tu propia madre, el mundo menos.
-Si, el ser humano necesita ser amado y todo empieza por la madre...y también está mal si el mundo se reduce a solo consumir. Por mi parte, a mi me relaja los nervios.
-Todos llegan y tocan su propio fondo... ya llegará el tuyo.
-Buen pronóstico.
-Aunque... ¿Por qué ya no te volví a ver en las terapias?¿Por qué dejaste de ir, flaca? No es que te estés rehabilitando porque está claro que no.
-Recibo tratamiento en otra parte. Recientemente, a penas comienzo. ¿Ya? ¿Feliz?
-¿Ah si? No me digas, y según tú, ¿Dónde?
-Con...doctor.
-¿Psicólogo?
-Mmmm, si.
-¿En dónde?
-En UNP
-¿El manicomio??!
-Solo voy a terapias. TERAPIAS. No estoy encerrada.
-En ese caso, me da gusto que te estés tratando
-Gracias.
Se acercaba demasiado. Ella miraba hacia otros lados. El seguía buscando su mirada, y cuando la tuvo a los ojos empezó a cantarle una serie de rimas inventadas al momento, sin casi silenciarse, acomodó palabras en series y rimas para describirla de una manera fantástica, y en el desenlace empezó a declarar su amor con los ojos medio brillosos, insinuándole en medio de cantos que fuese su pareja. Ella se quedó, en ese momento, sin habla, totalmente conmovida y complacida, sin embargo, se limitó a sonreír y nerviosamente prendió un cigarrillo y volteó a otro lado ante el asombro del chico.
-¿No vas a responderme nada?
-¿Qué puedo decir?
-Mírame a los ojos.
Lo miró.
-Sinceramente, no quiero nada en serio contigo si a eso te refieres, en cuanto a tu canto, que creativa manera y habilidad de usar las palabras y respecto a ti, no quiero darte nada ni tampoco quiero usarte.
Sus ojos, redondos y brillantes se empezaron a cubrir de lágrimas y empezó a llorar y a implorarle que no se alejase de el ni aunque no quisiera ser su pareja, ¿Qué importaba? Repetía que solo quería tenerle cerca, ella, difícilmente podía mirarle a los ojos, ¿Quisiera que ella de verdad le dijera lo que pensaba? Que no sentía nada, nada absolutamente nada más que placer por la manera en la que su ego fue complacido, acariciado con rimas hechas con palabras perfectas para describir su belleza y genialidad. Pero, ¿Sentir algo por aquél ser de tan creativa forma? En si, a ella no le despertaba nada. Ella piensa, ''Es solo otro humano más, es solo más monstruos por conocer'', y no quería mezclarse más en algo que probablemente le gustara o le trajera más problemas. Pero ya le estaba irritando sentirse casi obligada a responder cosas al menos amables después de cada elogio y palabras lindas, ella ni si quiera había elegido amor; no a el, que incluso empezó a rogarle un beso, solo uno. Pero ella se negaba y terminó hasta de mal modo, apartándole,
-¿Por qué no?
-¿Por qué no qué?
-¡Te lo he dicho de mil formas!
-Mmmm... Porque, nunca me he planteado quererte. Y es porque nunca he sentido atracción más allá de que me caigas muy bien...

No hay comentarios:

Publicar un comentario