viernes, 22 de agosto de 2014

Psicósis.

Nací con el diablo adentro, nací con otra mente dentro de mi mente. Yo soy un poco más racional que esa mente, pero ella me ha enseñado muchas cosas. Ella, de hecho, define mi personalidad, le da ese toque demente y oscuro a mi forma de ser. Todos mis sentimientos se sienten al doble, mi personalidad es compleja, mis actitudes son inesperadas y mi definición es confusa. Me tomó años conocerme a mi misma, y todavía no termino. Yo pensé que era normal, hasta que un doctor lo llamó ''trastorno'' y le puso un nombre. Un nombre a mi carga eterna, que es incurable y controladora, aparece sin que la llame, afecta mis sentimientos, me hunde y me hace sentir insoportablemente triste o enojada sin razón aparente. No puedo con eso, no sé como actuar. No sé si quedarme acostada llorando, o salir a divertirme y hacer todas las tonterías que se me ocurran. Nadie es suficiente para mi, nadie me llena, y cuando encuentro a alguien que me haga sentir esa chispa de felicidad, motivación o interés, yo seré la primera en no dejarlo ir. Sé como agradarle a las personas, sé como hacer amigos, sé como herir y sé como vengarme. Los conozco, porque tengo dos mentes, una está loca y otra es más cercana a un humano, un humano normal y común como muchos más. Quiero con locura a las personas que también han sido compatibles con mi demonio. Vivo presa de mi ansiedad y mi propia depresión. Si no hay revuelo en mi mente y no tengo nada de que preocuparme, yo misma me encargo de crearme un escenario problemático. Le dan...¿sabor a mi vida? No sé, no sé porque me meto en problemas o me hago unos yo sola, solo sé que soy incapaz de seguir un camino sin aburrirme y estropearlo. Soy la destrucción en persona y la preocupación de la gente que me quiere. Soy un torbellino, a veces, mi mente normal se pierde y sale la loca. Sale la loca a jalarme el cabello, golpearme la cabeza en el suelo con fuerza, darme puñetazos en la cara, rasguñarme los brazos o cortar mi piel, atentar contra mi propia vida o insultar a los demás, sale a golpearlos, herirlos y desesperarlos. Que miedo saber que vive dentro de mi, que sale después de alguna crisis de enojo o tristeza, o después de unas copas de alcohol. Sale impresionando y preocupando a todos. Da miedo. No puedo controlar mi propia furia, ni mi propio llanto, ni mis propias ganas de destruir. Llanto desquiciado, gritos y golpes. Sangre, insultos, problemas y más medicamentos. Adicta a todo lo que me hace sentir bien, sin importar que sea malo.

1 comentario:

  1. Mi niña querida. Tu me recuerdas lo que alguna vez fui. Yo he pasado por todos esos trastornos tuyos, asi que te entiendo. Entiendo el odio y la dulzura que sigue dentro. Entiendo a la niña buena que deja que el monstruo haga de las suyas. Entiendo lo que es amar el dolor poruqe es lo único que parece real.

    No conozco los detalles de tu situación, aparentemente estás tomando algún tipo de medicamento. Yo tengo el doble de tu edad y he estado el doble de tiempo que tu luchando con esos demonios, asi que créeme, que lo entiendo. Yo también tomo medicamentos y ya se que esto va a ser de por vida. Por lo que quede.

    Sólo quería decirte que es cierto lo que te dicen los médicos. Puedes curarte si haces lo que ellos te dicen. Ellos no te entienden, pero saben cómo mejorarte. Mi sistema digestivo está todo dañado para siempre. Esofagitis, gastritis y duodenitis crónica e incurable.
    Depresión crónica e incurable. Y ansiedad y pánico incurable también poruqe todo eso va unido en un despelote torturador.

    Tu tienes esperanzas poruqe estas más joven. La idea de morirse es esperanzadora, pero créeme. El cuerpo es mucho mas fuerte de lo que uno piensa y resiste y resiste aún en las peores condiciones.

    Abrazar el lado bueno de uno es un acto de valentía que causa pavor. Pero todavía estás a tiempo de encerrar a tus demonios y darte el beneficio de la duda, y tratar de estar bien.

    Te deseo todo lo mejor.

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