Siempre he sentido una enorme simpatía con la gente hija de puta. Quizá me he dado cuenta de que son más sinceras que la mayoría de la gente, pienso que en el fondo, en realidad casi todos somos eso, hijos de puta, egoístas, mentirosos, humanos, tal cual.
Se tiene tanto miedo de conocer a fondo a las personas, y a la vez tanto miedo cuando no las conoces... que a veces, es preferible que te proporcionen el golpe directo a la cara, para poderlo esquivar, o incluso devolverlo, no como aquellos cobardes que te golpean por la espalda y salen corriendo. Me gusta la actitud seca de las personas, me agrada la gente sincera que expresa sus molestias y hostilidad sin miedo a ser juzgados, son las personas ideales para ser mis amigos, ellos siempre me recalcarán si estoy haciendo alguna estupidez, por si no me he dado cuenta lo suficiente.
¿Y el amor? Lo mismo. Me encantan los hijos de puta. Los que se ríen de mi pésimo y pesado humor, los que entienden mi repugnancia hacia la gran mayoría de la sociedad, aquellos que impactan con su presencia y logros, que consiguieron escalando entre varias cabezas de cuerpos derribados, sin importar lastimar un poco, con tal de estar arriba. Me gusta la gente altanera, sabia, superior.
Luego recuerdo, que así como son a veces de insensibles y egoístas, a veces olvido que solo algo verdaderamente fuerte puede pararlos o cambiarlos, a veces no estoy segura de ser yo ese algo, quizá solo soy un juego más, un entretenimiento más, un experimento más. Tal vez olvido que son hijos de puta, y que muy probablemente, lo serán también conmigo.
Sigo siendo yo la mujer compleja. El enigma. Extraña y alocada. Amorosa y cruel, desastre, torbellino. Sé que tal vez jamás lo cambiaré. La misma paranoica, con el ego en las nubes, mi esquizofrenia, mis secretos, mi basura. Mis flores. Mi amor. Tengo tanto amor.. o a veces eso parece.
De momento, de nuevo se apodera de mí y me hace sentir inhumana, como un animal, como un demonio, tal vez no es amor, quizá no soy capaz de sentirlo, solo tengo obsesión, paranoia, ego. Obsesión. Las locas como yo amamos con locura, amamos la locura. No puedo vivir sin llevar cualquier emoción al extremo. No soy una criatura extraña, soy una persona, tengo sentimientos, lo sé, pues creo que muy en el fondo, tengo tanto miedo a veces, de estar sola. Sola,despiertan mis monstruos, porque puedo ser quien en verdad soy, sin miedo a nada, sin que nadie me detenga, y lo que soy, es un monstruo. Irracional, depresivo, solitario, venenoso, tóxico, enfermo.
Sopórtame. Mi madre es el único ser que me conoce. Me teme, y me ama a la vez.
A veces quisiera que alguien, mi pareja, me amara, me adorara, me quisiera sobre todas las cosas, a pesar de verme enloquecer, que no se asuste. No tengo control en mí.
Tengo la asquerosa necesidad de sentirme importante y de hacer mi mundo a mi modo, controlar todo, la necesidad de probar lealtad, de ser más necia que cualquier mujer, de ser intensa, dura, fría e hiriente.
No entiendo qué es lo que quiero, ni como quiero que me quieran. Estoy harta de que la psicosis se apodere de mí.
¿Que hay cambios? Claro que los hay. Nunca se lo he dicho a él, ojalá valorara mi esfuerzo, el cree que estoy loca; ¿qué diría si supiera que hace apenas unos años no podía frenar la psicosis hasta que alguien saliera herido? ¿Hasta no ver dolor y sangre? Me quiere. Dice que soy la persona más insoportable y terca que ha conocido. Me contengo, aprieto la mandíbula, miro hacia la nada y me pongo roja. Mis ojos brillan por la furia, mi cara tiembla, jadeo de enojo. Parece que algo va a pasarme o algo voy a hacer. El empieza a confundirse y a decir que mi gesto le asusta y que debería calmarme, trata de acercarse y noto que tiene miedo, cree que quizá le pegue o explote, pero no pasó. Me estoy conteniendo. Por eso tiemblo. Las voces de mi cabeza empiezan a ser inquietantes, cierro mis ojos. Esta vez no quiero rascarme el brazo desesperadamente como a veces suelo hacer. ¿Acaba de decirme que soy la persona más insoportable que conoce? Eso me impidió escuchar lo que dijo después, que además de ser la persona más insoportable, era la que más adoraba y con quien más quería estar. Dice que tiene un conflicto conmigo. Que sabe que tengo serios problemas, que sabe que le están afectando a el, pero que me ama, que no puede vivir sin mí y que no se rendirá. Vamos a terapia juntos.
Mi madre es la única persona que casi sabe lidiar conmigo, (quizá no le queda de otra), pero yo no sé que me pasa ni quién soy. No comprendo mi manera de ser y aunque lo intente, no puedo controlarlo, mucho menos ocultarlo, soy así. No quisiera decirle a nadie que si se asustan con lo que ven, en verdad no quisieran enterarse de la peor parte. Me da miedo ser tan perra y toparme con alguien aún más enfermo que yo. El dice que me va a ayudar, que se asesorará para poderme entender.
Yo tengo miedo. No puedo vivir sin joderme la vida, no puedo vivir en pareja, no puedo expresar mis sentimientos, no me esfuerzo casi nada para retener a nadie ni ser mejor persona. Nunca seré perfecta. No soy normal Siempre seré un monstruo.
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